Trastornos en la deglución.
Mal aliento.
Problemas en las amígdalas. Amigdalitis.
Trastornos de la laringe.
Reflujo gastro-esofágico y voz.
Trastornos en la deglución.
Trastornos de la Deglución y su Impacto en la Salud
Los trastornos de la deglución, también conocidos como disfagia, son afecciones que afectan la capacidad de una persona para tragar alimentos y líquidos de manera eficaz y segura. Estos trastornos pueden tener un impacto significativo en la salud personal y pública. La disfagia puede manifestarse de diversas formas, desde dificultades para tragar alimentos sólidos hasta problemas con líquidos. Puede ser causada por una variedad de factores, como enfermedades neurológicas, lesiones en el tracto digestivo, cirugías, y envejecimiento. La disfagia no es infrecuente y afecta a personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos. Las enfermedades neurológicas, como el accidente cerebrovascular y la enfermedad de Parkinson, son causas comunes de disfagia.
Nutrición Inadecuada (eficacia): disfagia puede llevar a una ingesta insuficiente de nutrientes, lo que resulta en desnutrición y pérdida de peso.
Riesgo de Aspiración (seguridad): Las personas con disfagia tienen un mayor riesgo de aspirar alimentos o líquidos hacia los pulmones, lo que puede causar infecciones respiratorias graves.
Calidad de Vida: Los trastornos de la deglución pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida, ya que pueden limitar la capacidad de disfrutar de la comida y llevar a la evitación de situaciones sociales.
Cuestionario EAT-10
Para cada pregunta, califica la severidad de tus síntomas en una escala del 0 al 4:
Mal Aliento.
Mal aliento y bacterias.
La limpieza de la boca luego de cada comida es esencial para prevenir el mal aliento. El uso de hilo dental y el cepillado del paladar duro, los carrillos y la lengua también. Debemos usar cantidades mínimas de pasta (equivalente a un grano de arroz) En especial debemos concentrarnos en la base de la lengua, donde se concentran bacterias que producen compuestos azufrados responsables del mal aliento. Para esto hay cepillos especiales de base de lengua. Esto se puede lograr también con una cuchara raspando hacia adelante y con suavidad esta región posterior de la lengua (en algunas personas la maniobra puede generar arcadas).
Otras causas de mal aliento.
Enfermedades sistémicas como la diabetes, insuficiencia renal, hepática o problemas hematológicos pueden causarlo. Algunas comidas como el ajo, cebolla, pickles, condimentos varios, tabaco y alcohol. Medicamentos cómo las sales de litio, griseofulvina, antihistamínicos, metronidazol, penicilamina, alcohol, diruéticos, sedantes, nitritos, bifosfonatos. Es importante mencionar trastornos psicológicos como la denominada halitosis imaginaria donde el paciente cree que tiene mal haliento pero no lo tiene realmente y la halitofobia que es el temor a tener mal aliento que genera conductas de higiene obsesivas para prevenir la halitosis.
Mal aliento.
Si bien el mal aliento matinal que desaparece con el cepillado dental puede ser normal, la persistencia del problema a lo largo del día puede indicar algún trastorno de salud. La mayor parte de los problemas de mal aliento se originan en la boca. Infecciones dentales y de la mucosa bucal, sequedad bucal, úlceras. Otro gran grupo de causas es de la esfera gastrointestinal. Problemas en el esófago como divertículos, esofagitis o en el estómago. Un 10% tiene origen en la esfera otorrinolaringológica (sinisitis, amígdalas, faringitis). Las amígdalas son las causantes del problema en el 3% de los casos. Ver cita.
Problemas en las amígdalas. Amigdalitis.
"Carnes crecidas" en adultos.
Si bien la hipertrofia adenoamigdalina es un problema habitual en el niño y el adulto joven, muchos mayores que no han sido tratados en su juventud pueden tener hipertrofia de amigdalas. Este problema puede causar diversos trastornos como infecciones reiteradas, ronquidos y apneas. Le recomendamos visitar la sección de "otorrinolaringologia infantil" del sitio web donde se explica el problema en profundidad.
Faringitis por estreptococo.
La faringitis estreptocócica, también conocida como faringitis estreptocócica del grupo A (Streptococcus pyogenes o dorado), es una infección bacteriana de la garganta que, a diferencia de las infecciones virales, generalmente no se asocia con síntomas como congestión nasal, disfonía u otros signos típicos de un resfriado común. En los casos de faringitis bacteriana por estreptococo, el dolor de garganta suele ser intenso y focalizado, con síntomas adicionales que pueden incluir fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos cervicales y exudados amigdalares. El diagnóstico se realiza a través de un hisopado faríngeo para detectar la presencia de antígenos del estreptococo o por cultivo de exudado faríngeo, lo cual permite confirmar la presencia del Streptococcus pyogenes. Este es el método estándar para diferenciarla de otras causas de faringitis, como las infecciones virales que son mucho más comunes. El tratamiento de primera línea para la faringitis estreptocócica es la administración de penicilina por vía oral durante 10 días, ya que sigue siendo eficaz contra el estreptococo del grupo A y rara vez genera resistencia. En pacientes alérgicos a la penicilina, se pueden utilizar otros antibióticos como la amoxicilina, cefalosporinas, clindamicina o macrólidos, dependiendo de la gravedad de la alergia y la respuesta clínica del paciente. No es necesario realizar un segundo hisopado de control para confirmar la erradicación del estreptococo después del tratamiento, ya que hasta un 25% de la población puede ser portadora asintomática de este germen, lo que no representa un problema clínico en ausencia de síntomas . Además, la cirugía de amígdalas (amigdalectomía) no previene la infección recurrente por estreptococo, ya que la faringe puede seguir siendo colonizada por el estreptococo a pesar de la ausencia de las amígdalas. En ciertas personas, como aquellas que han padecido fiebre reumática, es crucial evitar cualquier colonización por estreptococos del grupo A, ya que el riesgo de recurrencia es significativo. En estos casos, se recomienda la administración de penicilina intramuscular mensual de forma continua como medida preventiva (ver cita). .
Abscesos en las amígdalas.
Los abscesos periamigdalinos son infecciones dolorosas que se desarrollan alrededor de las amígdalas, generalmente como una complicación de una amigdalitis. Los síntomas típicos de un absceso periamigdalino incluyen dolor de garganta intenso, dificultad para tragar, fiebre, inflamación de las amígdalas, y en algunos casos, la sensación de tener un bulto en la garganta. La voz ronca y la dificultad para abrir la boca completamente también son comunes.El tratamiento inicial suele involucrar antibióticos para combatir la infección. El absceso suele requerir drenaje, lo que implica la eliminación del pus acumulado. Los analgésicos pueden aliviar el dolor y la inflamación. También es importante mantenerse hidratado y descansar. En algunos casos recurrentes, se puede considerar la eliminación de las amígdalas para prevenir futuros abscesos.
Placas en la garganta. Amigdalitis focal, caseum, tonsilolitiasis.
Algunas personas pueden descubrir que en su garganta existen pequeñas manchas blancas repartidas como un “granizado o nevado” sobre las amígdalas. Estos depósitos son el producto de alimentos, saliva y bacterias que se acumulan en pequeñas invaginaciones de la superficie de las amígdalas, las criptas amigdalinas, útiles para aumentar el área de superficie en contacto con los antígenos de la boca y estimular las defensas del sistema inmune. En raros casos estos acúmulos hacerse sólidos formando cálculos o piedritas. No representan un problema de salud importante. Tampoco una infección que necesite tratarse. En algunos casos pueden causar mal aliento y molestias en la garganta. Si el paciente sufre mucho por los síntomas puede considerarse la cirugía (amigdalectomía) convencional o con radiofrecuencia. Si se sufre dolor, inflamación, sangrado, dificultades para tragar o se observan asimetrías entre una amígdala y la otra debe consultar al médico porque el problema puede ser otro y requerir tratamiento.
Ver cita.
Problemas vocales.
Cuidados de la voz.
Una de las opciones para evitar forzar la voz en espacios abiertos, especialmente en profesores de educación física, entrenadores etc, es el uso de un megáfono. A continuación una serie de recomendaciones para prevenir problemas vocales:
Hidratación adecuada: Mantén tu cuerpo bien hidratado bebiendo suficiente agua durante todo el día. La hidratación adecuada es esencial para mantener las cuerdas vocales lubricadas y flexibles.
Evita el tabaco y el alcohol: El tabaco y el alcohol pueden irritar las cuerdas vocales y contribuir a problemas vocales. Evita fumar y limita el consumo de alcohol para mantener una voz sana.
Descansa la voz: Si tu trabajo o actividades implican un uso prolongado de la voz, asegúrate de tomar descansos regulares para permitir que tus cuerdas vocales se recuperen. Evita hablar en voz alta durante largos períodos de tiempo sin descanso.
Calienta la voz: Antes de utilizar tu voz de manera intensiva, realiza ejercicios de calentamiento vocal para preparar las cuerdas vocales y evitar lesiones.
Utiliza técnicas de respiración adecuadas: Aprende a respirar correctamente desde el diafragma para dar apoyo a tu voz. La respiración adecuada es fundamental para una producción vocal saludable y eficaz.
Evita el grito y susurros: Gritar y susurrar en exceso pueden causar tensión en las cuerdas vocales. En su lugar, utiliza un volumen de voz moderado y proyecta desde el abdomen.
Cuida tu salud general: Mantén un estilo de vida saludable que incluya una dieta adecuada (te recomendamos nuestra web de dieta keto) , ejercicio regular y suficiente descanso. Una buena salud general contribuye a una voz sana. Son especialmente importantes el control del reflujo gastro-esofágico y las alergias si existen.
Evita el exceso de tensión vocal: Practica técnicas de relajación para liberar la tensión muscular en el cuello, los hombros y la mandíbula. La tensión excesiva puede afectar negativamente a la calidad de tu voz.
Protege tu voz en entornos ruidosos: En entornos ruidosos, como conciertos o lugares de trabajo ruidosos, utiliza protección auditiva y evita la necesidad de hablar en voz alta para hacerte oír.
Uso de micrófonos en el aula.
El exceso de trabajo vocal puede generar nódulos o disfonía. Es importante generar dinámicas de trabajo en clase que no requieran un excesivo uso vocal. También es útil el uso de un micrófono y un parlante amplificador.
Estudie sus cuerdas vocales.
Toda disfonía de más de treinta días de duración merece un examen endoscópico. La visualización de las cuerdas vocales por via endoscópica en un procedimiento simple e indoloro que se efectúa en el consultorio y permite diagnosticar patologías vocales.
Reflujo gastro-esofágico y voz.
Reflujo Gastroesofágico (ERGE): Causas, Síntomas y Diagnóstico
El reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición en la que el ácido del estómago regresa al esófago, el tubo que conecta la boca con el estómago.
Función del Esfínter Esofágico Inferior (EEI)
El esfínter esofágico inferior (EEI) es un músculo ubicado en la parte inferior del esófago que cierra la conexión entre el esófago y el estómago, evitando que el contenido estomacal regrese.
Cuando el EEI no se cierra de manera adecuada o se debilita, el ácido del estómago puede regresar al esófago, causando irritación y daño en la mucosa esofágica. Esto genera síntomas incómodos y puede tener consecuencias para la salud.
Síntomas Comunes del Reflujo Gastroesofágico
Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Acidez estomacal
- Dolor en el pecho
- Regurgitación ácida
- Tos crónica
- Dificultad para tragar
- Sensación de nudo en la garganta
- Ahogos nocturnos
- Ronquera
Impacto en las Cuerdas Vocales y la Faringe
El ácido del estómago puede llegar a la garganta y las cuerdas vocales, causando irritación, inflamación e incluso lesiones severas en las cuerdas vocales en algunos casos. Esto puede resultar en síntomas como:
- Ronquera
- Voz áspera
- Dificultad para proyectar la voz
- Pérdida de la voz
Diagnóstico: Medición del pH de 24 Horas
Para diagnosticar el reflujo gastroesofágico, se utiliza la prueba de medición del pH de 24 horas. Este procedimiento consiste en colocar un tubo delgado a través de la nariz hasta el estómago, el cual registra el nivel de acidez durante todo un día.
Este examen permite identificar episodios de reflujo ácido, su frecuencia y severidad. La medición de pH es fundamental para:
- Determinar la gravedad del reflujo ácido
- Evitar diagnósticos incorrectos
- Evaluar la efectividad de los tratamientos prescritos
Importancia del Diagnóstico Preciso
Un diagnóstico preciso es esencial, ya que recibir un tratamiento incorrecto puede derivar en consecuencias negativas: una persona puede recibir medicación sin tener reflujo o, en el caso opuesto, no recibir el tratamiento adecuado cuando lo necesita.
Medidas Preventivas y Tratamiento
Una vez diagnosticado el reflujo gastroesofágico, además del tratamiento médico o quirúrgico, es importante adoptar medidas higiénico-dietéticas para reducir los síntomas y prevenir su empeoramiento.
Recomendaciones para mejorar el reflujo.
La dieta cetogénica y el ayuno intermitente pueden mejorar el reflujo gastro esofágico. Deben hacerse algunas consideraciones especiales.
1. Alimentos a Evitar en la Dieta Cetogénica para Personas con Reflujo y Hernia Hiatal
- Alimentos picantes: La pimienta, el chile y otros alimentos picantes pueden irritar el esófago y empeorar los síntomas de reflujo.
- Grasas trans: Aunque la dieta cetogénica incluye grasas, es importante evitar las grasas de baja calidad como los aceites de semillas (maíz, soja, girasol) y margarina. Las grasas de origen animal, manteca, queso, ghee, aceite de coco están permitidas.
- Alimentos ácidos: Tomate, vinagre, jugo de limón y otros alimentos ácidos aumentan el reflujo y deben evitarse.
- Bebidas con cafeína: Café, té negro, refrescos y bebidas energéticas pueden relajar el esfínter esofágico, promoviendo el reflujo.
- Bebidas carbonatadas: Los refrescos y agua con gas pueden provocar hinchazón y presión sobre el estómago, agravando el reflujo.
- Chocolate: Contiene cafeína y otros compuestos que pueden relajar el esfínter y aumentar los síntomas de reflujo.
- Alcohol: Relaja el esfínter esofágico y puede irritar la mucosa gástrica. Es mejor evitarlo completamente.
- Edulcorantes artificiales: Aunque algunos son compatibles con la cetosis, ciertos edulcorantes, como el aspartamo, pueden provocar molestias gastrointestinales.
2. Recomendaciones para Ayuno Intermitente en Personas con Reflujo y Hernia Hiatal
- Evitar alimentos pesados al romper el ayuno: Comienza con alimentos ligeros y fáciles de digerir como caldos, puré de vegetales o aguacate para evitar sobrecargar el sistema digestivo.
- Incluir grasas saludables: Alimentos como el aceite de oliva, aguacate y algunos frutos secos en pequeñas cantidades pueden ayudar a mantener la cetosis sin irritar el estómago.
- Tomar suficiente agua: La hidratación es clave, pero evita grandes cantidades de agua justo antes de dormir o después de comer, ya que puede aumentar el reflujo.
- Evitar grandes comidas nocturnas: Come al menos 3 horas antes de dormir para dar tiempo al sistema digestivo de procesar la comida sin causar reflujo nocturno.
3. Otras Recomendaciones Especiales para Controlar el Reflujo y Hernia Hiatal
- Comer porciones pequeñas y frecuentes: Mantener las porciones pequeñas ayuda a reducir la presión en el estómago.
- Evitar acostarse inmediatamente después de comer: Espera al menos 2-3 horas antes de recostarte para prevenir el reflujo.
- Elevar la cabecera de la cama: Dormir con la parte superior del cuerpo ligeramente elevada ayuda a prevenir el reflujo durante la noche.
- Mantener un peso saludable: El exceso de peso puede aumentar la presión abdominal, empeorando la hernia y el reflujo.